El periódico

En la actualidad el poder de los medios masivos de comunicación es un tema muy habitual y que despierta grandes polémicas. A partir de la gran ola de invenciones del siglo XVIII somos testigos de una gran aceleración tecnológica respecto de siglos anteriores. Mientras que ciento cincuenta años distancian la invención de la imprenta en relación al periódico, hoy suceden sólo días para pasar de un invento a otro. Las competencias crecen día a día y la vertiginosidad del tiempo se acelera conjuntamente con el avance tecnológico. Pero esta problemática empieza gestarse tiempo atrás, cuando la consolidación, aceptación y accesibilidad en la cultura de los primeros medios de comunicación, impulsan al hombre del siglo XIX a cuestionarse los efectos e influencias que dichos medios generan - o no - en la sociedad. Y en esto el periódico tiene un rol protagónico.
Para poder entender esta velocidad de cambios inevitables, es fundamental remitirnos a los orígenes e investigar cuáles fueron los primeros propósitos con los que se pensó el surgimiento – en este caso – del diario.
En primer lugar, denominamos prensa escrita al conjunto de publicaciones impresas en papel, de tirada diaria o periódica, destinadas principalmente a difundir información o noticias. La prensa diaria se distingue justamente por su periodicidad de salidas, tal como la define etimológicamente el diccionario (“de todos los días”). Ya que los periódicos empezaron como registros de sucesos contemporáneos (journales), esta profesión comenzó a llamarse journalism, que en el castellano se traduce por periodismo.
Para conocer la historia del diario, debemos remontarnos a épocas muy antiguas, donde no se contaba con los avances en la tecnología que tenemos en la actualidad. Sabemos que en las comunidades la oralidad siempre fue anterior a la escritura (surgida esta útlima alrededor del año 3500 aC.)
Durante la Edad Antigua, fueron utilizados distintos tipos de soportes: cortezas de árbol, varas de madera, papiros, pergaminos, etc. Hacia la Edad Media, la práctica escrita pasó a manos de los monjes en los monasterios mediante la técnica manuscrita en códices (libro escrito a mano), implementándose la lectura en voz alta ya era accesible sólo para unos pocos. 

Más allá del desarrollo de escritura, los primeros cimientos del periodismo nos remiten a Roma desde el momento en que se comenzaron a realizar comentarios, anales históricos y actas, en los que no sólo aparecen leyes sino que también noticias sobre la sociedad, sucesos y comentarios. Estas “cartas informativas”, cuyo contenido constaba de noticias recopiladas y extractadas por la Agencia Veneciana, transmitían las noticias y acontecimientos portuarios y comerciales, propiciando que, a lo largo de toda Europa, el modo de uso de este tipo de publicaciones entrara en boga. Allí es donde surgen las primeras “gacetas” - también en hojas manuscritas- . En el siglo XII, el papel desplaza al pergamino como artículo de importación, surgiendo de esta manera el libro moderno. Además, la invención imprenta de tipos móviles con su practicidad mecánica, contribuyó al auge de este tipo de medio de comunicación, estimulando a los intelectuales a publicar para finalmente conformar la democratización de la lectura. Esto tuvo un gran valor para la creación de los periódicos, puesto que, lo que se aplicó a los libros, también fue válida para aquellos. De esta manera, la prensa escrita apareció bajo forma de hojas sueltas a finales del siglo XV. Esto no sólo permitió la difusión de la imprenta en Occidente y solucionó diversas cuestiones esenciales relacionadas con una mejor impresión, si no también la economizó, volviéndola masiva para la sociedad.
Durante comienzos del siglo XV había en Europa una gran cantidad de lectores que ejercían paralelamente una ciudadanía activa y una gran vocación por el debate de ideas y los asuntos de Estado. Dentro de este marco, en 1622 aparece en Inglaterra “A current of General news” cuya traducción podría ser “Circulación de noticias generales”. Aunque vale aclarar que no existe un lugar y una fecha precisa sobre la aparición del primer periódico a nivel mundial.
Los periódicos tenían en sus comienzos, la función de publicar ideas, generar un espacio de de debate político. Los burgueses aún no habían accedido al poder político, por tanto, necesitaban organizarse y consolidar sus ideas
El periódico surge en principio como una herramienta política utilizada para difundir las ideas de los burgueses durante Revolución Francesa. A pesar de que este medio de consumo fuera popular, no todos los ciudadanos sabían leer, ni contaban con el dinero para comprarlo. Años después, fue censurado por el Rey, quien se oponía a la difusión de ideales que pongan en juego su gobierno y puedan traer una revolución del pueblo en contra suya.
Los avances tecnológicos del siglo XIX abarataron algunos costos, sobre todo al reducir horas trabajo de los obreros para imprimir. Sin embargo, los altos costos en el precio del papel y la impresión llevaron a los editores de periódicos a un autentica crisis financiera, que no se solucionaba aumentando el precio de venta de los periódicos (porque las cifras hubiesen sido muy elevadas y nadie los hubiese comprado) Aparece así una nueva fuente de ingresos para superar la crisis: la publicidad. Esta incorporación revolucionaría completamente los periódicos, dado que aquel primer objetivo de difundir ideas se vería ahora alterado por una nueva finalidad: la comercial. Este recurso será apropiado luego por todos los medios de comunicación masivos de comunicación que aparecieron, hasta la actualidad.
La libertad de prensa se confundiría con la libertad de empresa. Los periódicos, al igual que un comienzo, presionaban ante las autoridades. Pero antes pretendían decir sus  ideas sin censura y garantizar la libertad de informar a la gente. En cambio, luego de la publicidad y su estructura empresaria, los periódicos ponían como bandera esa función social para adquirir beneficios comerciales: bajas en las tasas tributarias, exenciones en el precio del papel, créditos para adquirir maquinarias, etc.
Con  el objetivo de vender aparece la denominada prensa sensacionalista, también llamada popular o amarilla que ya no busca transmitir información sino captar la atención de los espectadores.

Con la incorporación de la publicidad los emisores pasan a ser productores. El medio se transforma en fábrica o empresa. Los receptores son considerados consumidores y clientes. Los contenidos son mercancías o productos de venta. La opinión pública es un nuevo argumento de venta
Así aparece un nuevo estilo periodístico “ El sensacionalismo periodístico es un estilo que intenta intencionalmente exagerar o desorbitar la importancia real de un suceso, bien en cuanto a su forma expresiva o por su presentación tipográfica. La exageración y la hiperbolización desmedida son formas que apelan a la emoción burda para provocar el gancho en el destinatario” C Gonzales Gartland, L Alén y R, Esparis: Lecciones de derecho a la información. Ed Colihue- Bs As, 1993
La prensa popular tiene dos principios básicos: el precio de venta accesible y el relato de interés humano. Se incorporaban entonces a las noticias los sucesos de barrios bajos y los casos policíacos, la farándula y el espectáculo.

Bibliografía

Encinclopedia Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Prensa_escrita [Consulta efectuada el 25 de Agosto de 2007]
http://periodismomundial.grilk.com/hdelpmundial.htm [Consulta efectuada el 25 de Agosto de 2007]
Ong, Walter. Oralidad y escritura. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1993.
Diccionario Larousse. España, Ediciones Larousse, 1991.
Barbier, F; Bertho Lavenir, C. Historia de los medios. De Diderot a Internet. Buenos Aires, Ediciones Colihue, 1999.
1 Orwell, George. 1984. España, Editorial Booket, 1999.
Teoria de la comunciación, Gabriela Cicalese. La Crujía
http://teocoms.blogspot.com/2007/09/licenciatura-en-letras-victoria-alcala.html

El periódico en Argentina 

Sobre la historia del periódico en Argentina debemos distinguir dos períodos: el  anterior y el posterior al  25 de mayo de 1810.
El origen del periódico en estos lados del Río de la Plata lo encontramos con El Telégrafo Mercantil, publicado por Juan Hipólito Vieytes a partir de 1801, o el Correo de Comercio, fundado en 1802 y editado durante algún tiempo por Manuel Belgrano. 

Es posterior a la fecha patria cuando podemos distinguir el nacimiento formal de la prensa argentina: La Gazeta de Buenos Ayres , editada en 1810 por Mariano Moreno en cumplimiento de una orden del primer gobierno patrio, en el cual ejercía la función de secretario. La Primera Junta indicó por decreto su fundación por ser necesario anunciar al público los actos oficiales y las noticias exteriores y locales. Sus primeros redactores fueron Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli.
En su primera edición se afirma lo siguiente:
"¿Por qué se han de ocultar a las Provincias sus medidas relativas a solidar su unión, bajo nuevo sistema? ¿Por qué se les ha de tener ignorantes de las noticias prósperas o adversas que manifiesten el sucesivo estado de la Península?... Para el logro de tan justos deseos ha resuelto la Junta que salga a la luz un nuevo periódico semanal, con el título de la Gaceta de Buenos Aires".
(Mariano Moreno, Gaceta de Buenos Aires del 07 de Junio de 1810)
La Gazeta tuvo un rol decisivo en la formación de opinión de la sociedad. A través de la misma Moreno enfatizaba dos postulados democráticos: la libertad de pensamiento y la publicidad de los actos de gobierno. Como no ignoraba el alarmante porcentaje de analfabetismo de la población, ordenó que se leyera a pensadores destacados como Rousseau y también el periódico,  desde los púlpitos de las iglesias, lo que puso un poco nerviosos a algunos sacerdotes contrarrevolucionarios. En el prólogo a la obra (Contrato social) decía: “Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que sabe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte, mudar de tiranos, sin destruir la tiranía
Bibliografía:

La historieta: The Yellow Kid

He aquí un personaje por demás significativo, ya que con él puede decirse que arranca el cómic moderno.
En 1895 en el New York World, de JOSEPH PULITZER asomaba una serie de ilustraciones a gran tamaño con el título de "At the Circus in Hogan´s Alley", dibujadas por RICHARD F. OUTCAULT (1863 - 1928) En un escenario de personajes pintorescos y desharrapados aparecía un muchacho asiático, totalmente calvo, con grandes orejas, ataviado con un camisón azul (a partir de 1896 se convertiría en amarillo) en el cual iba escrita una frase impertinente que variaba de una ocasión a otra.
El público comenzó a apodarlo The Yellow Kid conforme iba alcanzando más protagonismo, y ese nombre fue el que finalmente adoptó. A finales del 96 el personaje se trasladó al New York Journal de WILLIAM RANDOLPH HEARST, con el título de "Mc Fadden´s Row of Flats", pero pronto terminó por convertirse en "The Yellow Kid".

La historia del Niño Amarillo describía la pobreza de las calles en medio de una muchedumbre anónima y cosmopolita, y desagradó tanto a la buena sociedad neoyorquina que se inspiró en ella para crear la expresión "prensa amarilla" para señalar peyorativamente el periodismo sensacionalista.
OUTCAULT prosiguió las peripecias de su personaje sólo hasta 1898 pero cuando las abandonó ya había creado un género nuevo: por la repetición de Yellow Kid y la utilización de los primeros bocadillos se le considera el inventor del cómic moderno. Aunque autor de un estilo todavía envarado siempre se ha alabado su agudo sentido de la observación de ambientes y personajes, mientras los críticos reconocen su influencia en el cómic como absolutamente incomparable.
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